sábado, 5 de septiembre de 2009

Amor al primer olfato


Aulla el lobo en la noche nocturna, salen los murciélagos, duermen los inofensivos animales. Todo es paz, todo es calma, todo duerme... No, hay un ser que no duerme. ¿Quién es?
Anda herguido a dos patas, manos hechas para agarrar cualquier cosa que desee, se puede observar su elegancia a kilómetros de distancia, sus ojos rojos brillan en la oscuridad, y su sonrisa...¡Qué sonrisa! Luce un resplandor inusual, capaz de atraer a cualquier criatura débil a sus brazos, y dos colmillos que sobresalen de aquella hermosa figura. El bosque se mueve al son de sus pasos, insaciable, busca a su víctima con los cinco sentidos. Los árboles le temen, pues esconden cualquier olor que le pueda alterar, haciendo su caza mas dificil. Ruge. No detecta nada...
Las criaturas se esconden de él, pues ni la mas feroz de todas se atreve a hacer frente a este monstruo.
Sigue caminando por el bosque, y un olor le embriaga completamente... lo respira y disfruta de el... Sangre humana.
Corre hacia él mientras por el bosque otra criatura se mueve... silenciosa, pero rápida. No le huele demasiado bien, pues piensa que quizás sea algun animal del bosque.
Llega rápido a donde el olor tan delicioso se encuentra, y allí estaba: Una bella chica, joven, perdida, desorientada... una víctima inofensiva a la que poder quitar hasta su última gota de sangre...
La chica lo percibe, y se queda mirando... fascinada por su belleza.
Le habla, suplicandole ayuda, pero la criatura no le contesta. Ella comienza a temblar, y pide ayuda de nuevo, está herida. La sangre brota de su pierna, y ella lloraba. La criatura se acerca despacio para inspeccionar a la joven. Ella nota algo raro... Tiene miedo. El monstruo toca su herida, y con los dedos manchados de sangre, la huele, y se la quita con la lengua, saboreandola. La chica está paralizada, quiere gritar.
De pronto algo se abre de entre los árboles... Otra criatura, mas grande y monstruosa...De ojos brillantes y peluda...

Se queda mirando a la chica y al vampiro, olfatea el ambiente, y aulla a la luna. Tiene hambre. La chica se echa a llorar, pensando en su fin. Tiene a dos monstruos tras ella y está en un bosque a las tantas de la madrugada... No tiene escapatoria.
El hombre lobo se acerca, clavando su mirada en ambos. La joven temblando, y el vampiro también se levanta. Ambos se enseñan los dientes, brillantes... Los colmillos del vampiro, afilados como cuchillas, y los del hombre lobo fuertes como el diamante.
La chica se hace hacia atrás temblorosa pues sabe que si echa a correr la seguirán y que si se queda podrían pelearse entre ellos para conseguir su manjar. Eso le daría tiempo para que se hiciera de día y alguno de los dos caiga. O al ser posible los dos.
El lobo se lanza al cuello del vampiro, dispuesto a matarlo. Pero el vampiro de mejores reflejos, logra esquivarlo y morderle. El lobo ruge y aulla de dolor... mientras sangra.
La batalla duró dos horas, el suelo cubierto de sangre del lobo y del vampiro. La joven seguía observando antenta la gran pelea. No podía dejar de mirar, pues el lobo de vez en cuando la miraba de reojo de vez en cuando. No entendía por qué, pero eso la hechizaba.
Ya amanecía, y el vampiro temeroso, quiso echar a volar, transformándose en murcielago, y aprovechando esta ventaja, el hombre lobo corrio tras el, subiendo árboles, agarrandolo con una mano, y metiendoselo a la boca... Tras masticarlo se lo tragó.
La chica porfin sola, quiso echar a andar, pero el lobo aterrizó delante suya, y conforme salía el sol, se fue transformando en un hermoso joven. Que mirandola a los ojos sin parpadear, se agachó, acercándose mucho a ella, que sin saber porqué se sonrojo. El chico le sonrio, y le susurró, que su olor, le había enamorado, y que no hubiera podido aguantar su existencia, si aquel monstruo la mataba, por eso la defendió.
Sus palabras eran dulces y hechizantes, y la joven sin saber porqué... Le besó.

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