martes, 15 de septiembre de 2009

Maldita tentación

¿Por qué la persona que más te ha conocido, es la que mas daño te hace pero a la vez la que mas te tienta a regresar a ella? Si lo sabe, si sabe que has sufrido, si sabe que aún hay odio en tu interior hacia ella, ¿por qué se molesta en intentar seguir teniendote en su vida, aunque no sea de la forma de antes? La tentación, la mayor maldad para el ser humano, de tantas formas diferentes, y todas ellas tan llamativas para nosotros... Vale que la gente dice de no recaer en ella, ignorarla... Pero, dime el motivo de que te atraiga tanto... El ser humano es suicida... ¿o símplemente un loco inconsciente? ¿Por qué cuanto mas daño te puede hacer algo o alguien, más lo quieres? Sé que la tentación que te pueda otrogar esa persona es la que más deber rechazar, por eso escribo esto, por si alguien se ha sentido tentado por alguien al que no debería dirigir la palabra, no le recomiendo acceder, pues el dolor del pasado causa más dolor para tu presente, y si esa persona antes te ha herido, ¿quién sabe?¿Y si vuelve a herirte? No hay que correr el riesgo... No merece la pena unos minutos de alegría para luego arrepentirte toda tu vida...

jueves, 10 de septiembre de 2009

A-XXI

Era de noche en la ciudad, que dormía tranquila. En el laboratorio que se hallaba en las afueras, los científicos estaban creando un robot ayudante. Sería muy útil, especialmente para las empreseas, ya que poseería una gran inteligencia. El robot podría hacer de todo: desde cálculos imposibles hasta lo más simple, como cocinar o limpiar. Le transplantarían pelo humano y piel sintentica, casi igual a la humana, solo que con una propiedad resistente al fuego, agua y electricidad. Esto fue idea de uno de los técnicos encargados de programar al robot. La idea era que los niños tambien pudiesen relacionarse con el, ya que tendria la opcion de poder conversar con cualquiera, y que si solo fuera de metal, es posible que los mas pequeños se asustaran, y las ventas caerían.
Todos trabajaban día y noche, asegurandose que el robot no tuviera ningún fallo.
En esos momentos, fuera del laboratorio, estaba Joaquín López Romera, el diseñador e ideologo d este robot. Era un anciano con una pequeña barba blanca, alto y algo delgado. Tenía cincuenta y dos años, pero su inteligencia cada vez era mayor. Estaba siendo entrevistado por la prensa:
- ¿Cuántas posibilidades tiene su robot de fallar en algun momento de catástrofe?
- Oh, no fallará. Ahora estamos actuando cuidadosamente con cada detalle, todo al milímetro. Es imposible que pueda pasar algo.
- Pero, si falla por cualquier motivo... ¿Qué porcentaje tiene de que esto ocurra?
- ¿¡¡Porqué siempre van preguntando por los fallos y no por los logros!!? ¡No permito que se cuestione mi eficencia o la de mis hombres! Buenas noches.
- Pe... pero... - No pudo continuar, Joaquín entró al laboratorio y cerró la puerta.
Al entrar, fue directo a mirar al robot, que descansaba tranquilo en un tubo, rodeado de cables y de agua. Se acercó a un chico joven, algo más alto que él, de pelo negro y alborotado y unas gafas negras y cuadradas, que le hizo señales para que se acercara.
- Oiga jefe, ¿podría decirme el motivo de porqué hemos tenido que cambiar el sexo del robot? No es muy común hacer androides de mujeres.Además... - añadió mientras miraba el cabello de aquella mueje mecánica, que ondulaba en el agua. Era de color castaño rojizo, largo y ondulado. Se movía en el agua de forma ipnótica. Luego, puso la mirada en la zona del busto - Nos pueden tomar por degenerados... - dijo al fin - ¡Lleva una ciento diez!
- Ciento veinticinco, Santiago - Contestó, al joven se le abrieron mucho los ojos - Y antes que me sigas haciendo preguntas, te las voy a contestar: En la zona del tórax, lleva un pequeño ordenador, (o en el caso de los humanos el corazón) pero abultaba demasiado, ya que ahí puede almacenar una memoria que supera la capacidad de mil ordenadores, para que sea imposible saturarla. Así que imaginate como tiene que tener la pobre, de pesado el pecho. Y en un hombre, eso habría quedado poco estético.
- Ya... comprendo, gracias señor.
- Eres un novato muy curioso Santiago Lloret, deberías ser mas calmado.
Y se quedó callado. Los dos contemplaban la figura aún inacabada, ya que era todo metal, con forma y cabello de una mujer joven, una veinteañera. Santiago, observó detenidamente cada detalle, y se fijó en que en su brazo izquierdo, a modo de tatuaje, en la zona de arriba, llevaba escrito "A-XXI"
Dos horas mas tarde, Santiago y Luis, el guardia de seguridad, se quedaron para vigilar al robot, y evitar que nadie entrara para copiar o hackear la información de los ordenadores. Mientras Luis vigilaba la enorme sala, Santiago estaba en el ordenador central, mirando las cámaras y vigilando que no ubiera nada anormal en el desarrollo nocturno del robot. Estaba cenando, ya que llevaba casi todo el dia en ayunas, mientras veia a la chica que flotaba sujeta por un monton de cables, grandes y pequeños. Se imaginaba como estaría acabada, y como sería el tacto, aunque eso ya se lo imaginaba, ya que era practicamente igual que la carne humana, solo que cien veces más resistente a todo. Y en ese silencio, alguien se puso detrás de él y lo apuntó con una pistola.
- ¡¡¡Bang!!! - Gritó el individuo, y Santiago dio un brinco, levantandose de la silla inmediatamente, y detrás de él, estaba Luis, muerto de risa.
- ¡Dios, no puedes ser mas infantil porque eso sería imposible! - Le gritó Santiago, aún algo asustado. Fue a beber agua, pero, cuando se dio la vuelta, vio que la botella abierta y la bandeja de la comida se había caido parte al ordenador, y parte al suelo. Luis también se dio cuenta de eso. Se miraron horrorizados, no se podrían ni imaginar la bronca que les podrían echar. Pero, para colmo, comenzó a sonar la alarma. Se temieron lo peor y miraron al robot. Estaba con los ojos abiertos, unos ojos rojos y brillantes, que iluminaban media sala.
Comenzó a empujar el cristal, cada vez mas fuerte, y lo fue rajando con esa fuerza, hasta que dio de sí y se rompió. Toda el agua que contenía, comenzó a salir, los cables, se desenganchaban de ella, soltando descargas eléctricas. Dio unos pasos hacia alante, y cada paso se oían los trozos de cristales rompiendose. Y una vez fuera del tubo, se paró en seco.
Los dos chicos estaban a dos metros de ella, inmóviles. Pasaron unos segundos mientras observaban a aquella criatura hecha de metal. Santiago se volvió hacia Luis, mientras el agua aún salía del tubo, y llegaba hasta ellos, y dijo en un susurro:
- Corre, y corta la luz
En ese momento el robot los miró a los dos, estaba quieto completamente, observandoles y analizandoles. Entre tanto, Luis fue lentamente hacia el cuadro de luces. Santiago seguía observando el panorama, y vió en el pie del robot los cristales y el agua, y los cables de electricidad que se movían como serpientes, y soltando chispas. Soltó un grito ahogado, y se volvió hacia Luis, y gritó:
- ¡¡Rápido, corre, corta la luz o tendremos pro....!!
No pudo acabar la frase porque el robot le había lanzado una silla que se hallaba en el escritorio que estaba al lado del tubo. Se cayó al suelo, y Santiago miró como pudo hacia atrás, como pudo, ya que se le habían caido las gafas. Las buscó a tientas por el suelo, pero antes de poder cogerlas, el robot puso su pie sobre su espalda, y comenzó a presionar. Y la luz se apagó. "Por fín, las chispas pararon..." Pero el robot no se apago, cosa que él ya sabía por desgracia; el robot funcionaba con batería. Una luz le dio muy fuerte en la cabeza, e imagino que era del robot, que le miraba. Cada vez presionaba más y más. Santiago se quedaba sin respiración. Hasta que algo en su espalda hizo "crack" y el chico se quedó inmóvil en el suelo. No contento con eso, el robot pisó una vez mas, más fuerte, destrozando su espalda, y matando por completo a Santiago. A pesar de todo eso, siguió pisoteando al chico, hasta reventarle los órganos internos, y comenzó a brotar sangre de todos los orificios de su cuerpo, mientras su piel se volvía amoratada por la sangre que circulaba sin rumbo en su interior.
Luis, observaba esa desagradable escena pálido como el marfíl. La máquina ahora, fijó su mirada en él, y comenzó a avanzar hacia él, cada vez más rápido. El policía muy asustado, tembloroso, logró coger su pistola y comenzó a disparar contra la máquina, fallando dos veces, en una dándole a su amigo ya muerto en la cabeza. "mierda, lo que le faltaba" pensó. Le apuntó al pecho, ya que si tan humano habían intentado hacerlo, si le disparaba ahí, el robot podría pararse. Era una pequeña suposición pero por probar... La bala salió disparada de la pistola, atravesando su pecho y dándole en el ordenador central. Comenzaron a saltar chispas del agujero que se formó por la bala. Comenzó a temblar, los ojos le parpadeaban como un intermitente. Luis observaba rezando porque no se cabrease más. Tras unos segundos, los ojos del robot se apagaron de nuevo.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Shota

Era una mañana muy tranquila en el bosque. El viento corria por los árboles con su susurro. Los animales despertaban tranquilos, salían de sus casas para buscar alimento y agua. Los pajaros salían a volar un rato para ver el bosque aún con el rocío de la mañana, tan refrescante como siempre. El cielo estaba despejado, excepto por alguna nube que podría haber.
Y en el cielo algo volaba, inmenso, bello, poderoso: era el guardián del bosque, también llamado Shota.
Era el encargado de vigilar el bosque de incendios, humanos cazadores, o cualquier criatura dispuesta a dañar los árboles o a los pequeños animales, a cambio de la proteccion del bosque y de no actuar a la hora de la caza de los depredadores, ellos tenían que cazar cada mes a una ninfa para darsela en forma de ofrenda al Gran Dragón. Pero no aceptaba a ninfas cualesquiera, él quería ninfas adolescentes, aunque nadie sabía el motivo.
Un dia ocurrió lo peor: la ninfa que sería alimento del dragón, no llegó a morir del todo el dia de la caza, así que se marchó, pues lógicamente no quería ser el alimento de un dragón. Shoto, al ver el mal trabajo de los animales por conseguir su alimento del mes, enfureció, pues sin su energía semestral no podría vivir mucho tiempo. Estuvo un día completo gritando y lamentando la existencia de los animales, destruyendo el bosque con su fuerza bruta, pues ya que seguramente moriría, no se iría así por las buenas.
Cuando el bosque se enteró de la noticia de que su defensor moriría, y lo peor, que estaba destruyendo el bosque, animales y criaturas del bosque comenzaron a buscar a la joven ninfa, de nombre Kokoro. Se movilizaron por tierra y aire, bajo tierra, en los árboles, en las cuevas... pero no había forma de encontrarla.
El dragón enfureció, y comenzó a aumentar la destrucción, llevandose por delante a todo aquel que se cruzara en su camino.
Mientras, tras una pequeña catarata, se escondía Kokoro, asustada por lo que estaba ocurriendo por su culpa. Se puso a llorar, pues el bosque la odiaría, pero por otro lado no quería morir.
Pasaron dos días y el bosque se tranquilizó. El rumor de que el dragón estaba muriendose y sin fuerzas, y todo el mundo le echaba la culpa a Kokoro. La tercera noche, oyó en su cabeza una voz llamandole, en el fondo de la pequeña gruta. Comenzó a caminar, y conforme andaba, la gruta se hacía más y más grande, hasta que llegó a la salida, donde había una cavidad enorme, y allí se hallaba Shota, inmovil y pálido. Ella se acercó a su cabeza, y el dragón la miró a los ojos. Ella se asustó, pero aún así le habló.
"¿Porqué solo te alimentas de ninfas?" - fue lo único que se le ocurrió decir.
"Porque es lo único que mi cuerpo tolera, ya que antes yo era un ser de tu especie " - su voz sonaba como un susurro, era muy penetrante. Kokoro puso cara de sorpresa. "La tradición dice, que cada mes debo comerme a uno d mi especie, ya que yo antes lo era, y es lo único que me da fuerzas para seguir con vida: el tener un cuerpo de ninfa en mi interior... Te preguntarás porqué de adolescente y encima hembra... pues porque soy macho. Entonces, cuando yo muera, y tu te transformes en el Dragón Guardián, te alimentaras únicamente de machos jovenes de tu especie, ya que tu también eres joven, y por esa regla, deduciras, que yo tuve tu edad cuando el antiguo dragón Haro murió, porque hice lo mismo que tú: uir... Te cuento esto, porque aunque te hubieras entregado a mí una hora despues de la puesta para el sacrificio no habrías podido, pues, tienes que alimentarte a la misma hora todos los meses el mismo dia, o si no, no podras recuperar tu poder y morirás, dejando como nuevo guardián a aquel que fue tu asesino"
La chica tragó saliva... ¿Asesina? "¿Y porqué me cuentas todo esto, Shota?"
"Porque, ahora que me apenas me queda vida, has de saber tu cometido, que es el mismo que el mio, pero no te confundas de manjar, pues solo podras comer lo que te he dicho... Ya que en cuanto mi luz se apague en mis ojos, mi poder pasará a ti, transformandote en la nueva guardiana"
"Y cuanto tiempo te queda?"
"Son Cuatro días los que me queda por agonizar... Pero no se cumplirán ya que yo moriré antes de que el sol caiga, no cuando haya caido..."
La ninfa se preguntó porqué diría eso el dragón, pero él no habló mas... Solo salió de él una energía muy potente, y mientras Kokoro miraba, observó como las plantas y los hogares de todos los animales y criaturas se reconstruían, en señal de perdón a su mal orgullo... A continuación de aquel arreglo del bosque... el dragón murió, así transformandose Kokoro en la nueva Guardiana del bosque, y así afrontar su destino... hasta el día de su muerte...

domingo, 6 de septiembre de 2009

Sueño

Jim dormía plácidamente en su cama, cuando algo lo despertó. Sus padres estaban discutiendo otra vez. Por no querer escuchar el motivo de su pelea, se tapó la cabeza con la almohada, pero aún así, seguía escuchando los gritos de su madre.

- ¡Estoy harta de ti! Vienes a la hora que te da la gana, no cuidas a tus hijos, no ayudas en la casa, los pones en mi contra siempre…

- ¡Cierra la boca de una vez! – Se oyó la voz de su padre – Siempre la misma historia, si no te gusta tu vida, ¡muérete!

- ¿Qu…que me…que me m...?¿Cómo que me muera? ¡Asqueroso mantenido! Encima que soy yo la que trabaja, la que trae el dinero a casa, y la que lo hace todo, ¿y encima me dices que me muera? – Hubo una breve pausa – Vete…de…mi…casa…ahora – Dijo su madre entre dientes.

- ¿Quién eres tu para echarme? – Bramó su padre, después mencionó unas palabras que a Jim siempre le prohibían decir, y menos a las chicas; y acto seguido se oyó un golpe.

Jim se asustó, pero no se atrevió a moverse. ¿Qué había pasado allí fuera?¿Qué había sido ese golpetazo? Miró a su lado, y observó a su hermana gemela dormir plácidamente en su cama. La pequeña de siete años no se despertaba ni aunque su vida dependiera de ello. El niño se acercó a ella y comenzó a agitarla, para despertarla, pues quería ver que pasaba pero no se atrevía a ir solo. La pequeña, al abrir los ojos, clavó la mirada en su hermano gemelo, algo molesta. Ambos se miraron fijamente, centrándose en el color azul de sus ojos. Un azul turquesa, muy poco común, pero a la vez muy bello. Tras una pausa, Jim por fin le habló:

- Ha pasado algo.

- ¿Eh?¿Qué ha pasado?

- No lo se, por eso te he despertado, quiero que vengas conmigo afuera, al pasillo. Papá y mamá han discutido otra vez, pero al final he oído un golpetazo.

No necesitaron decirse nada más, ya que entre ellos había una fuerte conexión, y tenían como telepatía el uno del otro. Así que la pequeña se levantó y caminó hacia la puerta. Pero antes de abrirla, alguien caminaba hacia su habitación, así que los dos hermanos corrieron hacia sus camas, y se tumbaron, haciendo como que dormían. La puerta se abrió, y su padre se asomó, con la mano ensangrentada, y la cara llena de odio. Cerró la puerta y sus pasos se oyeron hasta desaparecer, tras abrir otra puerta, que al parecer fue la de la calle. Su padre, se había ido de casa. Los dos hermanos se miraron aterrorizados, y salieron corriendo por el pasillo. El corazón les latía muy fuerte, más que nunca porque su padre nunca había hecho eso. Normalmente, tras una discusión su madre se encerraba a llorar en el baño y su padre se iba a la cama. Después su madre entraba a su cuarto, les besaba la cabeza y se volvía a su dormitorio. Pero esta vez no. Ahora había sido demasiado fuerte. Cuando llegaron al salón, sus rostros emblanquecieron, muertos de miedo: Su madre se hallaba boca arriba, con la cabeza ensangrentada, y la mesa igual, por lo visto se había golpeado, no, ambos sabían que su padre le había pegado y la había intentado matar. Sin apenas respiración se acercaron a ella, quien giró la cabeza para poder mirarles bien, e intentó pronunciar unas palabras:

- S…siento que me veáis así…

- Fu…fue papá, ¿verdad? – Dijo la niña entre llantos.

- Me temo que si… No hemos tenido buena convivencia desde que nos casamos… Jim, Coconinia, siento que no hayáis tenido unos padres mejores, os merecéis mucho más. No merezco vivir.

- ¡No! Mamá no digas eso por favor…Te vas a curar, lo juro… - Dijo Coconinia, llorando, ya no podía controlar sus sentimientos, la visión era horrible. Jim a su lado estaba paralizado viendo la sangre. Pero reaccionó y cogió el teléfono y empezó a marcar.

- ¡Voy a llamar al hospital!¡Y a la policía!¡Y a los bomberos!¡Y…!

- No hijo, da igual, no merezco vivir después de esta vida que os he dado…

- ¡Mamá cállate!

A continuación, su madre cerró los ojos, cansada del esfuerzo que hacía para hablar.

Dos horas más tarde, en el hospital, los médicos examinaban a su madre.

- ¿Sois los hijos de Doña Elizabeth Pleyas? – Les preguntó el doctor. Ellos asintieron lentamente. – Tengo malas noticias, el golpe en la cabeza le ha afectado mucho, y me temo que se quede en coma permanente. ¿No tenéis más familiares con los que hablar? – Ellos negaron con la cabeza. Su madre y su padre eran su única familia, y los habían perdido. – Bien, en tal caso, procederemos a dejar que la naturaleza siga su curso. Lo siento muchísimo, pero tendréis que quedaros aquí hasta que venga la encargada del orfanato donde os vais a tener que quedar.

Los dos hermanos se miraron horroridazos al pensar en ir a un sitio así. Se miraron fijamente, y cuando el médico se dio la espalda, cogieron las llaves de su casa y salieron corriendo.

Más tarde, para ser exactos, once años mas tarde, Jim se despertaba de su sueño, asustado, por haber revivido aquel horrible recuerdo, aquel comienzo de su complicada vida, los dos solos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Amor al primer olfato


Aulla el lobo en la noche nocturna, salen los murciélagos, duermen los inofensivos animales. Todo es paz, todo es calma, todo duerme... No, hay un ser que no duerme. ¿Quién es?
Anda herguido a dos patas, manos hechas para agarrar cualquier cosa que desee, se puede observar su elegancia a kilómetros de distancia, sus ojos rojos brillan en la oscuridad, y su sonrisa...¡Qué sonrisa! Luce un resplandor inusual, capaz de atraer a cualquier criatura débil a sus brazos, y dos colmillos que sobresalen de aquella hermosa figura. El bosque se mueve al son de sus pasos, insaciable, busca a su víctima con los cinco sentidos. Los árboles le temen, pues esconden cualquier olor que le pueda alterar, haciendo su caza mas dificil. Ruge. No detecta nada...
Las criaturas se esconden de él, pues ni la mas feroz de todas se atreve a hacer frente a este monstruo.
Sigue caminando por el bosque, y un olor le embriaga completamente... lo respira y disfruta de el... Sangre humana.
Corre hacia él mientras por el bosque otra criatura se mueve... silenciosa, pero rápida. No le huele demasiado bien, pues piensa que quizás sea algun animal del bosque.
Llega rápido a donde el olor tan delicioso se encuentra, y allí estaba: Una bella chica, joven, perdida, desorientada... una víctima inofensiva a la que poder quitar hasta su última gota de sangre...
La chica lo percibe, y se queda mirando... fascinada por su belleza.
Le habla, suplicandole ayuda, pero la criatura no le contesta. Ella comienza a temblar, y pide ayuda de nuevo, está herida. La sangre brota de su pierna, y ella lloraba. La criatura se acerca despacio para inspeccionar a la joven. Ella nota algo raro... Tiene miedo. El monstruo toca su herida, y con los dedos manchados de sangre, la huele, y se la quita con la lengua, saboreandola. La chica está paralizada, quiere gritar.
De pronto algo se abre de entre los árboles... Otra criatura, mas grande y monstruosa...De ojos brillantes y peluda...

Se queda mirando a la chica y al vampiro, olfatea el ambiente, y aulla a la luna. Tiene hambre. La chica se echa a llorar, pensando en su fin. Tiene a dos monstruos tras ella y está en un bosque a las tantas de la madrugada... No tiene escapatoria.
El hombre lobo se acerca, clavando su mirada en ambos. La joven temblando, y el vampiro también se levanta. Ambos se enseñan los dientes, brillantes... Los colmillos del vampiro, afilados como cuchillas, y los del hombre lobo fuertes como el diamante.
La chica se hace hacia atrás temblorosa pues sabe que si echa a correr la seguirán y que si se queda podrían pelearse entre ellos para conseguir su manjar. Eso le daría tiempo para que se hiciera de día y alguno de los dos caiga. O al ser posible los dos.
El lobo se lanza al cuello del vampiro, dispuesto a matarlo. Pero el vampiro de mejores reflejos, logra esquivarlo y morderle. El lobo ruge y aulla de dolor... mientras sangra.
La batalla duró dos horas, el suelo cubierto de sangre del lobo y del vampiro. La joven seguía observando antenta la gran pelea. No podía dejar de mirar, pues el lobo de vez en cuando la miraba de reojo de vez en cuando. No entendía por qué, pero eso la hechizaba.
Ya amanecía, y el vampiro temeroso, quiso echar a volar, transformándose en murcielago, y aprovechando esta ventaja, el hombre lobo corrio tras el, subiendo árboles, agarrandolo con una mano, y metiendoselo a la boca... Tras masticarlo se lo tragó.
La chica porfin sola, quiso echar a andar, pero el lobo aterrizó delante suya, y conforme salía el sol, se fue transformando en un hermoso joven. Que mirandola a los ojos sin parpadear, se agachó, acercándose mucho a ella, que sin saber porqué se sonrojo. El chico le sonrio, y le susurró, que su olor, le había enamorado, y que no hubiera podido aguantar su existencia, si aquel monstruo la mataba, por eso la defendió.
Sus palabras eran dulces y hechizantes, y la joven sin saber porqué... Le besó.

Amigo mio ...

Ahora me encuentro sentada en mi sofá, escribiendo, perdida en mis pensamientos. Ahora, recuerdo a un gran amigo, al que quiero mucho, y tengo mucho cariño. Nuestras largas conversaciones, aunque cortas en el tiempo, ya que pasa volando. Una locura tras otra, una risa tras una lagrima, una alegria tras una gran pena... Su pena. Una pena en su corazón, por culpa de este sentimiento del que antes he hablado. Su amada le ignora, pero aún no comprendo porqué... Antes eran distintos, ella le buscaba y buscaba su amor, el no se lo daba, pues el sentimiento no le llamaba... Ella le sedujo, y mi amigo cayó en su red. Creí que serían felices, creí que se amarían... pero, ella siempre estaba ocupada, y dejó de prestarle atención. Mi amigo, la llamaba, le hablaba y la buscaba, mas de ella no encontraba mas que el doloroso vacío. Sus llamadas resonaban en eco por todos lados, y ella no le escuchaba. ¿Qué le estaba pasando?¿Por qué le ignoraba? ¡Mi amigo sufre!¿No lo oyes llamarte? ¡Escuchale!¡No puedo verle así! ¿Qué ser humano, anhela el gran amor y una vez conseguido lo deja ir marchitando? Pequeña de corazón de piedra, ¿por qué juegas con los sentimientos de un ser humano? Pero no de un humano cualquiera, sino de mi amigo, uno de mis mejores amigos, al que veo sufrir todos los dias por tu culpa... ¿Qué puedo hacer para ayudarle? Todos los dias saco conclusiones, cada cual mas erronea...¿o acertada? Amigo, dime qué haras, pues hagas lo que hagas, yo te apoyaré, pues tu sufrimiento es mi pena, y tu alegría, es mi felicidad...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Amor, pequeña palabra de gran significado


Sentimientos que surgen de la nada...
Besos que se esperan...
Caricias que se desean...
Abrazos que se anhelan...
Amor, pequeña palabra. Gran significado.
Amor, tan complejo, y tan simple.
Amor, tan malvado, y tan bueno.
Amor, tan doloroso, y tan gratificante.
Esa es la mejor definición para la palabra amor, ya que no tiene solo uno; se experimenta de todas las formas y en diferentes cantidades. Algunos amores duelen... otros llenan... otros son pasajeros... otros eternos...
Tantos y tan diferentes...
Un sentimiento tan hermoso que florece entre dos personas... y en cambio se describe con cuatro letras
A-M-O-R.

Reflexión



Era de noche, para variar, mis ojos lloraban. Un recuerdo oscuro de mi infancia me había vuelto a atormentar el sueño. Miré el reloj. Las cuatro y media de la mañana. Resoplé. Estaba harta de esa sensación, de ese dolor…de ese miedo. Estaba en mi cuarto, completamente a oscuras, veía sombras volando a mi alrededor, puede que productos de mi imaginación, o puede que espíritus vigilándome, o quizás riéndose de mi, por no saber luchar contra mi propio recuerdo. Las veía difuminadas, yendo de un lugar a otro de mi cuarto sin rumbo fijo. Me daban envidia. Yo quería volar, quería dejar de ser vista por todos…Y, porqué no decirlo…preferiría estar muerta antes que con esto acechándome. No era ni una sombra ni un espíritu lo que me acechaba, sino un vacío en mi interior, cada vez más fuerte. Me sentía muy sola, demasiado… Siempre tuve esta sensación, siempre pensé que moriría tal y como estoy ahora: Asustada, triste, llorona, melancólica. Mi vida era terrible, a mis dieciséis años, cuatro, los había pasado en el instituto a base de insultos, ya que los gilipollas de turno, siempre se metían conmigo, por no ser una “Barbie”. Tenía mi autoestima por los suelos… y ya no sabía que hacer con mi vida.

Pero, de repente, tras unos veinte minutos de lamentos me acordé de algo maravilloso en mi vida. Algo que me ha hecho cambiar hasta el día de hoy: Mis amigos, que siempre me han apoyado y han demostrado ser grandes personas, y… sobretodo, él. Sonreí, me acordé de su rostro en la pantalla, de nuestras conversaciones por el frío Messenger, que se hacían realmente calidas. Eran sentimientos que nunca se esperan encontrar a través de un monitor, sentimientos que yo nunca había experimentado de esta forma. Tan fuerte, tan…real. La gente me llamará tonta y loca por sentir lo que siento hacia una persona que no conozco, pero se que no es locura, es amor, amor real que surgió de la nada, de conversaciones largas e intensas, de todas esas horas que nos pasamos hablando el y yo. Me acordé de que hubo una que se rió de mi; razon no le falta, es una locura, pero.... ¿Y qué?¿Es acaso una locura amar a alguien de la forma que le amo yo?¿Que hay de diferente a un amor que conoces menos tiempo incluso que el que le conozco yo a el, y surge, al amor que tenemos el y yo? “Ninguno” dije para mí misma. Es verdad, yo puedo amarle tanto a el como a cualquiera, incluso mas que a alguien de mi tierra. La gente no lo comprende, lo sé, yo antes tampoco, hasta que le conocí.

Volví a sonreír, ahora me acordé de su voz, y su acento, tan diferente al mio, pero que tanto me gustaba. No podía verle defectos, para mí era imposible que el los tuviera, había encontrado mi media naranja, el bien de mi mal, la luz en la oscuridad, mi alma gemela, el amor de mi vida. Todo era demasiado bueno para ser real, tenía que ser un sueño, no creía que hubiera nadie que me amara así, ni al que yo amara tanto… pero existía, claro que existía, lo tenia a unos cuantos kilómetros de mi, bastantes, sí, pero le sentía cerca…

Y mientras mis ojos caían agotados por el sueño, la sonrisa no se me iba… imaginándome a su lado, abrazada a él, tal y como yo anhelaba…

Tal y como yo deseo…