viernes, 29 de junio de 2012

¿Quien dice que no es nada?

Nadie puede imaginarse cómo acaba afectando este tratamiento en cuanto a la cabeza se refiere. 
Ver como tus padres y tu hermano te esquivan y se alejan conforme tu te acercas alzando los brazos diciendote: "Quieta ahi". Ver todo plastificado, pues lo que esté en contacto contigo si contiende líquido sobretodo (saliva y demás) hay que tirarlo. 
Hoy en el examen de acceso he tenido que irme a una sala aparte, donde me han encerrado. Fuera había un cartel de peligro para que nadie entrara. 
Mis padres me gritan cuando pido de dar un simple paseo... y si lloro, todavía más. 
Es sentirse la marginada de la clase, sentir rechazo, asco incluso parece. Comes sola, en tu cuarto en una bandeja como en los comedores de la cárcel, solo que aqui no tienes más compañía que el latido de tu corazón, que parece apagarse conforme pasan los días. 
Incluso sientes que hablar por un chat es contacto real, pues tu cabeza ya necesita comunicarse como sea... ya da igual como. 
Todos decís: "Eso no es nada, pasa enseguida" Claro... Poneros en mi lugar, amigos. Dos semanas encerrados en un cuarto, que no salís para algo que no sea ir al baño, donde todo lo han sacado y tienes para ti dos bolsas de basura para los cubiertos de plástico, botellas y ropa sucia. Tu cepillo de dientes ahora no es otra cosa que basura. Mis peluches todos están encerrados en bolsas de basura, malpuestos y apretados en un armario. Y mi propio armario de ropa... está cerrado con llave para que yo no lo abra y pueda contaminar. 
No puedes hacerte ni un simple bocadillo... todo has de pedirlo, y se quejan porque lo haces. Pero te gritan si tocas la comida, y luego la tiran si no te la vas a comer. 
Es sentirte inútil, como un caballo de carreras que ya no puede correr, como un león sin dientes o un gato sin uñas... 
¿Qué estoy bien? Si, lo estoy cuando me habláis y me contáis cosas. A muchos de vosotros ni os he contado esto, es cierto, pero porque siempre me salís con lo mismo "No es para tanto" 
¿Ahora me creeis? 
No soy la única que ha sido trastornada por esto. Hay gente que llega a los tres meses de aislamiento. Pero por tener hijos. Y he hablado con ellos y se sintieron exactamente igual que yo...


martes, 23 de agosto de 2011

Biografía de Alexa (Personaje de Rol)



Recuerdo bien toda mi vida, incluso el comienzo, en el reino de Zánafos... Donde vivía junto a mi hermano, Padre y Madre.
Empezaré hablando de mi familia: Padre era un hombre de mal caracter y ojos negros y rojos... fríos como el hielo. Nunca le vi sonreir la verdad. Era alto, muy alto y siempre gruñía y gritaba. Cada noche oiamos las orgías que podia montarse con las sirvientas, y Madre debía callar, por miedo a él. Padre era un rey dictador, que tenia asustados a todos los del reino y parte de otros y a su familia sobretodo... Solo recordarle mi cuerpo tiembla y lloro de acordarme de lo que hizo. Madre, de ojos de un color grisáceo claro, parecia que llevase la luna puesto con ellos. Succubo de gran caracter también, poco cariñosa con nosotros debido a ser hijos de su marido. Que cosas, ¿no? Pero esque se odiaban a muerte. Madre estaba con él por el poder de ser reina y él... bueno... para qué engañarnos, una Succubo en la cama siempre es agradecida. Nunca le tuve especial cariño. En cuanto a mi hermano... Ah... mi hermano. Incubus dulce, cariñoso, fogoso, atractivo, extrovertido, loco, ligón... Lo tenía todo. Siempre estabamos juntos. Me protegía de todo, absolutamente de todo. Lo amaba y él me amaba. No había dúo mas feliz que nosotros. Le echo tanto de menos... Mi vida en el castillo era feliz siempre junto a mi hermano mayor, hasta que un dia ocurrió algo que acontecedería todas las desgracias que le ocurrieron a mi reino, mi hogar... Madre por primera vez en su descuido por infiel se enamoró del hombre que la dejó embarazada. Un hombre relajado nada violento, al contrario que Padre, vamos. Nueve meses después, el bebé nacio. Un niño que era clavado al doctor que la ayudó a parir. Claro, Padre detectó el olor, por lo que enseguida gritando e insultando a ambos asesinó al doctor y salió de la habitación. Mi hermano y yo desde una esquina lo vimos todo. Me extrañó mucho que Padre no asesinara al niño, pero años mas tarde descubriríamos sus planes. El motivo por el que no nombré antes a mi hermanastro, fue porque bueno, apenas vivimos con él. Con dos años, hablando en términos humanos, mientras jugaba con nosotros, Padre nos llamó. Entramos a la sala del trono y observamos a Madre, con una extremidad en cada lado de la habitación, las tripas colgando de la lámpara, la cabeza en la mano de Padre y el resto del cuerpo... ni idea. Sonreía con sadismo, y mi hermanastro y yo nos asustamos. Claro yo hablando en terminos humanos apenas tenía... ¿ocho años? Con la cola de demonio, llena de pinchos por cierto, que poseia, agarró a mi hermanastro y lo exprimió como si fuera una maldita naranja. Mi hermano y yo gritamos suplicando que no lo hiciera y yo cai de rodillas llorando. Vale que no era mi hermano puro, pero para mi fue mi hermano. A partir de ese día, Padre tomó represalias contra todo el reino, pues su locura explotó hasta un punto que no podría explicar. Los súbditos de Zánafos uyeron a otros lugares lejos y el reino quedó vacío. A mi hermano lo encerró en la mazmorra, junto a todos los prisioneros. Era como si le echaras un gran filete de vaca a una manada de leones hambrientos. Por suerte, mi hermano estaba solo en una celda, pero amenazado constantemente por los monstruos esos que intentaban cazarle. En cuanto a mi... Me puso como su putita y esclava, para servirle en todos sus caprichos, todos. Eran todos los dias sin parar, puesto que no había mas sirvientas ya que habían huído, asi que me tenía todo el dia a cuatro patas y dandole de comer. Era horrible. Practicaba el Sadomasoquismo conmigo, sus torturas, sus burlas y humillaciones... Solo de recordarlo se me revuelve el estómago. Un día, bajé a la mazmorra, pues solo me dejaba ver a mi hermano una vez al mes. Y despues de dos años de torturas sin cesar, lo único que me alegraba era saber que aún lo tenía... Pero ese día, agotado por las interminables luchas por sobrevivir a los otros presos, mi hermano cayó y su cabeza yacía sola en medio de la celda. No pude evitarlo y eché a llorar, sin gritar porque no tenía ni fuerzas... Entré en la jaula y agarré su cabeza, y a escondidas de Padre, que por suerte dormía, fui al bosque que había frente al castillo y allí le enterré. Miré hacia atrás, y harta de todo, llena de rabia me lancé contra el castillo. Y vi allí a Padre, durmiendo. No pude evitarlo, no pude... Y saqué mis pequeños tentáculos y con ellos comenté a introducirlos por su nariz, boca, orejas y ombligo. Desde la nariz llegué a su cerebro, por las orejas igual y tiré sin pensarlo dos veces para arrancarlo, a la vez que desde la boca tiraba de su tráquea y por su ombligo le destrozaba los intestinos y se los sacaba, llenandome de sangre. Con ello, me convertía en la reina de Zánafos. Pero eso era un lugar muerto... No podía estar alli, así que cogí provisiones y salí hacia el bosque en busca de una vida que poder vivir. Pasaron los meses y solo vagaba por el reino de Zánafos, ahora vacío, asaltando las tiendas y casas para poder vivir. Un día, cuando jugaba yo sola, acuchillando muebles para grabar dibujos o escritos, un animalillo poseido apareció tras de mi y se acercó sin miedo. Me habló y preguntó porqué estaba así. Y estuvimos hablando toda la noche... Esa gata, se llamaba Eclipse. Y desde ese día ha sido mi mas fiel compañera y confidente. Me alegró tras muchos años la existencia. Ella, una mañana me indicó que había un lugar donde podria intentar ser feliz. Y bueno, estaba sola, ¿qué podía perder? La segui y en otro bosque, en un plano superior del infierno, me enseñó a abrir portales. Con uno, porfin, accedí al mundo humano. Allí la gente era extraña y olia deliciosamente bien. Ella me enseñó a cazar de noche, y que un demonio en el mundo humano puede cambiar su forma a lo que se le antoje. Ella en cambio no, puesto que era un ser poseido, como mucho cambiaba de color. Pasé cuatro años relacionandome con los humanos, disfrutando de la sexualidad y diversión más plena que la vida en este mundo podía ofrecerme y me acoplé en una ciudad bastante similar a lo que podriamos decir Nueva York o Tokyo. Allí conocí a un joven elfo, que me enseñó a usar la magia y... porqué no, a amar. Por desgracia, no era correspondida y él amaba unicamente, a niñas pequeñas, porque les daba ternura. Pero me presentó a un semi humano, al que me costó acostumbrarme, pues su olor me hacia desear deborarle. Con dieciseis años humanos, por asi decirlo. Y me volví a enamorar. En eso he tenido que salir a mi madre seguro. Estuvimos... un año y medio juntos, mas o menos, incluso llegué a estar prometida con él. Todo era felicidad y risas a su lado... Ah, mi amado... Pero, una noche desapareció y no volvi a verle. Tantos años en el mundo humano me dieron mas sentimientos de los normales, pues cuando un Demonio siente, eso se multiplica por tres a lo que amaría un humano. Eclipse intentó consolarme y yo desesperada por este mundo volví a mi reino, a estar un tiempo sola. Fue, un año o así mas tarde cuando conocí a Gabi. Fue un día de caza, que me lo encontré y empezamos a pelearnos por la comida. Casi nos matamos ese dia. Lo recuerdo todo con una sonrisa, porque no había dia que no pudiera verle. Me volví a enamorar, pero de forma hipnótica. No podía estar sin él. Y no dudaba en mostrar mis sentimientos... Pero, un dia me enteré de su infidelidad... No pude perdonarle y le eché de mi castillo. Otros meses más solas tocaron despues. No me lamentaba de nada, pero comenzaba a adquirir el humor de Padre. Volvió de nuevo, y le di otra oportunidad. No sé ni porqué volvio, ni porqué fue infiel ni porqué le dije de nuevo que si... bueno, eso último si lo se, porque seguía amandole. Pero volvió a hacerlo. Y volví a perdonarle. Todo volvió como antes, felicidad, risas, amor puro... e incluso llegamos a estar prometidos. Mi vida no podía ser más perfecta despues de tanta mala suerte... Y de nuevo lo hizo, ahi ya no le perdoné y le eché. Pero para que no volviera me fui del castillo y volvi al mundo humano, a buscar ahora diversión y nada de amor. Aunque mis sentimientos por este demonio no se iban nunca, por mucho que pasara el tiempo, lograba bloquear los recuerdos de vez en cuando, por mucho que dolieran... Todo iba sobre ruedas. Yo mataba humanos y me divertía con ellos. Era divertido verlos agonizar mientras les cabalgabas. Y un día, volví a captar su voz y aparecí en su clan, donde fui acogida. Volvi a caer en su encanto... Y quedé preñada, meses despues de mi llegada. Pero me enteré que tras un viaje que hice, donde le demostré que esa criatura de mi vientre era su hijo, él se prometió con una mujer que no soporto. Tuve que abortar de rabia. Pero, con la condición, me hice un sello en el vientre, para cuando volviera a quedar embarazada, que a ese niño no le pasaría nada, ni a mi tampoco, mientras estuviera dentro de mis entrañas. Tiempo despues, cuando descansaba en la nieve tranquilamente, apareció por una misión que su rey le mandó, y en esa pequeña cabaña volví a ser suya, y gracias a eso, quedé embarazada nuevamente. Ahora cargo con este pequeño sola... Y espero que todo mejore, pues él se ha casado, a pesar de que en un rincón de mi castillo, guardo con cautela, su corazón en una caja metálica.

viernes, 19 de marzo de 2010

Parto

De los pocos recuerdos que hoy tengo en la cabeza, tengo uno que no podré olvidar nunca: Yo era pequeña, tendría unos quince o catorce añosmas o menos. Jugaba con mi hermano mayor de dieciseis o diecisiete años. Oímos gritos procedentes de la habitación de Madre y nos asustamos. Mi hermano, que siempre había sido temerario, se levantó del suelo y entró a la casa. Yo no me iba a quedar en nuestro jardín así que le agarré de la mano y entré con él. Llegamos a la habitación de Madre, donde nada más entrar olía a sangre. Madre estaba en su cama, sudorosa y jadeante. Parecía muy cansada. Había un hombre a su lado de espaldas que lucía una bata blanca con manchas de sangre. Observamos los dos que Madre estaba de piernas abiertas, en forma de ángulo de cuarenta y cinco grados con las rodillas hacia arriba, haciendo el vértice de este. A aquel hombre solo le podíamos ver el pelo, corto y oscuro. Cuando Madre nos miró, esbozó una leve sonrisa mientras sus ojos parecían llorar. Yo comencé a temblar, agarrando fuerte la mano de mi hermano, que estaba bastante tenso. Él me devolvió el apretón, para darme señales de que me protegía. Intentaba no hacerme notar que estaba asustado... ¡Era tan bueno! De repente, detrás nuestra apareció Padre. Con paso firme caminó hacia la cama donde estaba Madre y se le quedó mirando. Luego le dió un beso en la boca con ternura, como si se despidiera de ella... Pero... esa ternura desvaneció cuando miró al hombre de la bata blanca. Empezó a gritar furioso maldiciones hacia todos los seres del planeta. Sus ojos entraron en cólera y yo me abracé a mi hermano, que observaba con cierto interés incluso. Salió rugiendo de la habitación, y cerró la puerta de un portazo. Madre dio un gran suspiro y nos llamó con voz débil a ambos. Nos acercamos con miedo, yo mas que mi hermano lo admito. Le agarraba la mano fuerte mientras caminabamos hacia allá. Nada mas llegar al lado contrario de la cama de donde estaba aquel hombre, nos miró a los ojos y nos sonrió. El hombre se giró con una gran sonrisa y le entregó una manta a Madre. "¿Por qué una manta?" Pensé en mi ignorancia. Dí un bote, pues esa manta de pronto comenzó a llorar y a moverse. Madre, para callarla se sacó un pecho y lo puso contra ella. Mi hermano, alargó la mano, tras un gran suspiro de alivio y quitó parte de la manta con una sonrisa al ver mi reacción. Debajo de esa manta se ocultaba una criatura pequeña y sin pelo. Cuando terminó de comer, o eso dijo Madre que hacía, se giró y posó sus fríos y bellos ojos en los nuestros cálidos. Yo vi que me sonreía cuando alargó esas pequeñas manos hacia mi. Yo también alargué mi brazo para que me sujetara un dedo. Su piel era algo más clara que la de mi hermano y la mia. Lo sé porque mi hermano y yo eramos como gemelos, casi iguales solo que de distintas edades. Pero no le dí tanta importancia como Padre. Yo estaba feliz. Era la primera vez que veía a un bebé. Pero no era un bebé cualquiera, sino... mi hermano pequeño... mi hermano bastardo... al que prometí querer hasta el final de mis días.

domingo, 24 de enero de 2010

Textos

Quisiera...

Qisiera sentirte cerca mio... Poder tocar tu piel... acariciar tu cabello oscuro... Sentir tu cuerpo junto al mio... Notar como nuestras respiraciones se unen en una, notar como tu respiracion calienta mi alma... Besar tus labios... Estar junto a ti... Mirarte a los ojos... y decirte ... que Te Amo... Pero no puedo hacer nada de esto... La distancia me lo impide... Pero hay algo con lo que no puede combatir... los sentimientos qe unen tu alma con la mia... Sé que todo estos sentimientos solo los puedo mostrar a través de una fria pantalla o de el telefono... al igual que tu haces conmigo... Pero a pesar de esto, siento tu calor que recorre mi cuerpo, quitandome todas mis penas y males y dejandome únicamente con lo bueno de la vida... y eso eres tú... Porque confío en ti ciegamente, y se que lo que dices es real, se que me amas igual que yo te amo a ti... sé que son sentimientos mutuos que nadie nos va a arrebatar... ni la distancia, ni el tiempo... porque eres lo mejor que tengo en la vida... ya que mi vida... eres tu ...


Marionetas...


Somos unas simples marionetas ante el destino... El mueve nuestros hilos y nos maneja a su antojo, riendose de nosotros, burlandose de nuestras desgracias... ¿Porque se burla de ellas? Porque el las causa, el las causa, las enreda y luego, si en su antojo está, las desenreda y nos abre el camino, o nos hace otro nuevo para llegar a aquello que mas deseamos.

Yo lucho contra ese destino, pues ya se ha burlado de mí lo suficiente, él no va a manejar mi vida, no soy una muñeca con hilos a la que se pueda manejar tan facilmente... No... yo soy una muñeca que está rompiendo estos hilos para poder luchar contra el que los mueve... Yo soy de las pocas personas que se han propuesto luchar contra este demonio... Y lo voy a conseguir... cueste lo que cueste...




Pregunta retórica

¿Nunca antes te has preguntado por qué tienes la sensación de tener el corazón vacío a pesar de que has encontrado a la persona que realmente te complementa?¿O si te lo has preguntado, lo que realmente has querido saber es porqué esa persona está lejos o simplemente no puedes conseguirla?
Sí te has hecho alguna de estas preguntas la respuesta está dentro de ti… Yo no voy a responderla, pues cada pregunta tiene una respuesta distinta, según la persona. Algunas, se responden igual, otras con lo contrario que se conteste a una.
¿Qué es lo que queda, entonces, para llenar el vacío de tu interior? Esperar.
No busques tu camino desesperadamente por la calle ni por ningún oscuro rincón de la Tierra… Pues cuando menos te lo espere… tu destino se pondrá enfrente tuya… y sabrás lo que hay que hacer...

domingo, 29 de noviembre de 2009

Mala intuición

Tengo una extaña sensacion que me invade el cuerpo... Mi columna nota escalofríos, que indican un presagio... Mi estómago se ha cerrado y lo noto como me hace presión en la barriga... Mi respiracion está acelerada, y noto como los pulmones oprimen mi pecho... Y mi corazón late rapido, como queriendo escapar de aqui... Quiere salir corriendo, uir de la realidad... Mi mente me esta maltratando, ¿porqué me dice estas cosas?¿Porqué esta sensación de miedo?... Intento decirle que aún no ha ocurrido nada, aún sigues aquí a mi lado!
Pero las lágrimas delatan el miedo que siento ante esta sensación de que puedo perderte... La sensación de que por culpa de alguien te vas a alejar de mi... ¿Porqué tengo esta intuición?
Por primera vez en este tiempo realmente tengo miedo a lo que siento... Por primera vez... tengo la sensacion de poder perderte...
Las lagrimas siguen cayendo sin cesar, mientras la música suena sin descanso... caen sin pausa, bajando por mi mejilla... uyendo de esta sensación tan amarga que me inunda esta noche...

Y mientras, yo espero a que pase el tiempo, y que el decida si realmente estas lagrimas son sin sentido y todo seguirá como hasta ahora... O si en verdad, lo que mis lágrimas cuentan, es real

...

lunes, 9 de noviembre de 2009

El espejo

Está oscuro fuera, y tu estás solo en una vieja casa de campo. En la pared hay un cuadro de un hombre extraño que parece seguirte con la mirada...Hay una habitación en la vieja casa que hace más frio que en las otras cuando tú entras, es un frio que te recorre toda la espalda. Miras a la pared de al lado, está toda polvorienta, las esquinas de la habitación apenas conservan su color, pues la suciedad lo tapa. Y justo enfrente tuya, hay un gran espejo. Te miras y te ves reflejado a la perfección, y es extraño, pues está completamente limpio, pero hay un detalle que se te escapa...Al acercarte más comprendes qué o quién hay detras tuya: Una niña pequeña sujetando un viejo osito de peluche. Aterrorizado, te das la vuelta. No hay nadie. Miras de nuevo al espejo, y ahí esta la pequeña, cada vez más cerca tuya. Tu corazón comienza a latir deprisa, un sudor frío te recorre el cuerpo, y con apenas voz, le hablas... "¿Q...quién eres?". La niña no contesta, se acerca unos pasos más a ti. Apenas te tienes en pie, pues todo el cuerpo te tiembla. La niña sonrie, dejando a la luz sus blancos dientes, y abre los ojos, pero solo puedes ver dos cuencas vacías en su rostro. Mueve el osito, como señalando para que lo mires, y ves que los típicos botones que un peluche usa de ojos no están, y en su lugar los sustituyen los ojos claros aún sangrando de la niña. Ya no puedes más quieres salir corriendo y gritar, pero de tu garganta solo sale un grito ahogado. La niña te vuelve a mirar y te señala, sonriente, la cabeza. Y lo último que oyes en vida es: "esos serán mis nuevos ojos"

martes, 27 de octubre de 2009

Mal sueño

Me desperté tras un largo sueño inquietante, me sentía extraña, asustada... Había parecido tan real... Estaba completamente a oscuras y no oía nada, ni siquiera mi propia respiración. "Vaya nochecita..." Pensé. Me quedé quieta, y me puse a recordar aquel sueño...:
Había salido con Lucía, mi mejor amiga, para irnos de fiesta con nuestra gente. El camino era largo así que nos fuimos temprano andando, ya que no nos apetecía ir en ningún tipo de medio de locomoción. Ibamos hablando tan tranquilas, de nuestras cosas, de nuestros novios, con los que nos encontraríamos en la fiesta. Siempre nos lo habíamos contado todo, de hecho hace unos años, compartimos una experiencia íntima... Pero lo dejamos en "cosas de adolescentes". Ahora que tenemos ya veinticuatro años, recordamos eso como una experiencia, un recuerdo; pero en esa época la verdad, nos daba mucha vergüenza hablar de lo que sucedió. Nos reímos, mientras hablábamos de la anécdota. La calle estaba tranquila, la verdad, había poca gente, mas que nada porque era puente, y la gente estaba ya de fiesta o en la playa.
Tras veinte minutos caminando, Lucía y yo nos encontramos con Pedro y Raúl, nuestros novios, a los que saludamos con un beso. Ahora los cuatro de la mano, caminamos hasta el garito que habíamos alquilado para la fiesta. Era una ocasión especial, Juan y Mario celebraban sus cuatro años juntos. Habían sido una pareja envidiable la verdad, nunca discutiendo y siempre ayudandose mutuamente, a pesar de las discriminaciones de sus familias o de gente que ellos consideraban amigos...
Llegamos a la fiesta, y los saludé a ambos de un gran abrazo, felicitandoles; como hizo todo el mundo. La fiesta fue perfecta: Baile, comida, alcohol... no faltó nada... nada...
Empezó a desmadrarse, gente que era la más decente de la tierra, comenzó a cambiar su caracter, convirtiendose en la más indeseada. Chicas, tímidas, convertidas en leonas tras un hombre. Una imagen horrible. Lucía con su novio, llevaban ya media hora metidos en el aseo de chicas, y era mejor no entrar. Y Raúl bailando, restregandose con todas... Me entaron los celos y el miedo a la vez, pues viendo la escena esa, era mejor pararla, para que no fuera a más. Cogí a Raúl de la camiseta y lo arrastré hacia afuera, para que le diera el aire. Estuve todo el rato a su lado, abrazándolo, hasta que se le pasó un poco. Me pidió perdón, y yo sonrei y le besé, era una forma de decir que le perdonaba...
Tras diez minutos, oimos un grito dentro, llamando a Lucía, me bajé la camiseta, i me abroché el pantalón mientras el sacaba su mano de ahí, y a continuación nos miramos confusos. Entramos al garito, y la escena era horrorosa: Lucía estaba desnudandose, con una copa en la mano mientras su novio la paraba, pero no había forma. Parecía un robot, pues su movimiento uniforme de empinar el codo era hasta hipnótico. Era una copa tras otra. Yo estaba muy nerviosa, corrí hacia ella para frenarla, pero lo único que hizo fue meterme mano y bailar pegandose a mí. Le dí un empujón para apartarla, y calló al suelo. Se levantó enfadada y se puso a chillarme diciendome todos los insultos que sabía y se acordaba. Mario y Juan la cogieron, sujetandola bien fuerte para que no se fuera de las manos, pero ella pataleaba, y acabó dandole un codazo a Juan, haciendole sangre en el labio. Consiguió soltarse y se lanzó hacia mí, pero la conseguí esquivar. Miró a todos lados, como buscando algo, y encontró una botella de cerveza de dos litros a mitad. Se la empezó a beber, parecía que no acababa nunca, y antes de acabar, cuando quedaría la mitad de la mitad, paró. La botella se le resbaló de las manos, y ella se quedó inmóvil. Se puso blanca, y comenzó a vomitar, y a la vez lloraba. Cuando acabó, nos miró a todos, hasta terminar fijando su vista en Pedro, y se desmayó.
La continuacíon del sueño se me hace borrosa, pues apenas veía nada, mis ojos lloraban, y no recuerdo porqué...

De pronto, llamó mi madre a la puerta diciendo: "han llamado del hospital, Lucía ha muerto"