domingo, 29 de noviembre de 2009

Mala intuición

Tengo una extaña sensacion que me invade el cuerpo... Mi columna nota escalofríos, que indican un presagio... Mi estómago se ha cerrado y lo noto como me hace presión en la barriga... Mi respiracion está acelerada, y noto como los pulmones oprimen mi pecho... Y mi corazón late rapido, como queriendo escapar de aqui... Quiere salir corriendo, uir de la realidad... Mi mente me esta maltratando, ¿porqué me dice estas cosas?¿Porqué esta sensación de miedo?... Intento decirle que aún no ha ocurrido nada, aún sigues aquí a mi lado!
Pero las lágrimas delatan el miedo que siento ante esta sensación de que puedo perderte... La sensación de que por culpa de alguien te vas a alejar de mi... ¿Porqué tengo esta intuición?
Por primera vez en este tiempo realmente tengo miedo a lo que siento... Por primera vez... tengo la sensacion de poder perderte...
Las lagrimas siguen cayendo sin cesar, mientras la música suena sin descanso... caen sin pausa, bajando por mi mejilla... uyendo de esta sensación tan amarga que me inunda esta noche...

Y mientras, yo espero a que pase el tiempo, y que el decida si realmente estas lagrimas son sin sentido y todo seguirá como hasta ahora... O si en verdad, lo que mis lágrimas cuentan, es real

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lunes, 9 de noviembre de 2009

El espejo

Está oscuro fuera, y tu estás solo en una vieja casa de campo. En la pared hay un cuadro de un hombre extraño que parece seguirte con la mirada...Hay una habitación en la vieja casa que hace más frio que en las otras cuando tú entras, es un frio que te recorre toda la espalda. Miras a la pared de al lado, está toda polvorienta, las esquinas de la habitación apenas conservan su color, pues la suciedad lo tapa. Y justo enfrente tuya, hay un gran espejo. Te miras y te ves reflejado a la perfección, y es extraño, pues está completamente limpio, pero hay un detalle que se te escapa...Al acercarte más comprendes qué o quién hay detras tuya: Una niña pequeña sujetando un viejo osito de peluche. Aterrorizado, te das la vuelta. No hay nadie. Miras de nuevo al espejo, y ahí esta la pequeña, cada vez más cerca tuya. Tu corazón comienza a latir deprisa, un sudor frío te recorre el cuerpo, y con apenas voz, le hablas... "¿Q...quién eres?". La niña no contesta, se acerca unos pasos más a ti. Apenas te tienes en pie, pues todo el cuerpo te tiembla. La niña sonrie, dejando a la luz sus blancos dientes, y abre los ojos, pero solo puedes ver dos cuencas vacías en su rostro. Mueve el osito, como señalando para que lo mires, y ves que los típicos botones que un peluche usa de ojos no están, y en su lugar los sustituyen los ojos claros aún sangrando de la niña. Ya no puedes más quieres salir corriendo y gritar, pero de tu garganta solo sale un grito ahogado. La niña te vuelve a mirar y te señala, sonriente, la cabeza. Y lo último que oyes en vida es: "esos serán mis nuevos ojos"