lunes, 9 de noviembre de 2009

El espejo

Está oscuro fuera, y tu estás solo en una vieja casa de campo. En la pared hay un cuadro de un hombre extraño que parece seguirte con la mirada...Hay una habitación en la vieja casa que hace más frio que en las otras cuando tú entras, es un frio que te recorre toda la espalda. Miras a la pared de al lado, está toda polvorienta, las esquinas de la habitación apenas conservan su color, pues la suciedad lo tapa. Y justo enfrente tuya, hay un gran espejo. Te miras y te ves reflejado a la perfección, y es extraño, pues está completamente limpio, pero hay un detalle que se te escapa...Al acercarte más comprendes qué o quién hay detras tuya: Una niña pequeña sujetando un viejo osito de peluche. Aterrorizado, te das la vuelta. No hay nadie. Miras de nuevo al espejo, y ahí esta la pequeña, cada vez más cerca tuya. Tu corazón comienza a latir deprisa, un sudor frío te recorre el cuerpo, y con apenas voz, le hablas... "¿Q...quién eres?". La niña no contesta, se acerca unos pasos más a ti. Apenas te tienes en pie, pues todo el cuerpo te tiembla. La niña sonrie, dejando a la luz sus blancos dientes, y abre los ojos, pero solo puedes ver dos cuencas vacías en su rostro. Mueve el osito, como señalando para que lo mires, y ves que los típicos botones que un peluche usa de ojos no están, y en su lugar los sustituyen los ojos claros aún sangrando de la niña. Ya no puedes más quieres salir corriendo y gritar, pero de tu garganta solo sale un grito ahogado. La niña te vuelve a mirar y te señala, sonriente, la cabeza. Y lo último que oyes en vida es: "esos serán mis nuevos ojos"

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