viernes, 29 de junio de 2012

¿Quien dice que no es nada?

Nadie puede imaginarse cómo acaba afectando este tratamiento en cuanto a la cabeza se refiere. 
Ver como tus padres y tu hermano te esquivan y se alejan conforme tu te acercas alzando los brazos diciendote: "Quieta ahi". Ver todo plastificado, pues lo que esté en contacto contigo si contiende líquido sobretodo (saliva y demás) hay que tirarlo. 
Hoy en el examen de acceso he tenido que irme a una sala aparte, donde me han encerrado. Fuera había un cartel de peligro para que nadie entrara. 
Mis padres me gritan cuando pido de dar un simple paseo... y si lloro, todavía más. 
Es sentirse la marginada de la clase, sentir rechazo, asco incluso parece. Comes sola, en tu cuarto en una bandeja como en los comedores de la cárcel, solo que aqui no tienes más compañía que el latido de tu corazón, que parece apagarse conforme pasan los días. 
Incluso sientes que hablar por un chat es contacto real, pues tu cabeza ya necesita comunicarse como sea... ya da igual como. 
Todos decís: "Eso no es nada, pasa enseguida" Claro... Poneros en mi lugar, amigos. Dos semanas encerrados en un cuarto, que no salís para algo que no sea ir al baño, donde todo lo han sacado y tienes para ti dos bolsas de basura para los cubiertos de plástico, botellas y ropa sucia. Tu cepillo de dientes ahora no es otra cosa que basura. Mis peluches todos están encerrados en bolsas de basura, malpuestos y apretados en un armario. Y mi propio armario de ropa... está cerrado con llave para que yo no lo abra y pueda contaminar. 
No puedes hacerte ni un simple bocadillo... todo has de pedirlo, y se quejan porque lo haces. Pero te gritan si tocas la comida, y luego la tiran si no te la vas a comer. 
Es sentirte inútil, como un caballo de carreras que ya no puede correr, como un león sin dientes o un gato sin uñas... 
¿Qué estoy bien? Si, lo estoy cuando me habláis y me contáis cosas. A muchos de vosotros ni os he contado esto, es cierto, pero porque siempre me salís con lo mismo "No es para tanto" 
¿Ahora me creeis? 
No soy la única que ha sido trastornada por esto. Hay gente que llega a los tres meses de aislamiento. Pero por tener hijos. Y he hablado con ellos y se sintieron exactamente igual que yo...


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